Colorado necesita más trabajadores diestros. Pero el estado no ayuda mucho a los adultos que están tratando de obtener un diploma universitario.

Victoria Browning sits for a portrait on her couch next to a shelving unit full of plants.
La saga de Victoria Browning por graduarse de universidad es igual a la de muchos otros estudiantes mayores en Colorado. (Eli Imadali / Chalkbeat)

Victoria Browning se sentía atrapada.

Para mantener a sus dos hijos pequeños ella trabajaba a tiempo completo cuidando a personas mayores y ganando $14 por hora. Cada semana era una lucha.

Por eso se matriculó en el Concorde Career College of Aurora, para tener la oportunidad de conseguir un trabajo que pagara mejor. Pero en vez de eso, terminó con una deuda de miles de dólares en préstamos de estudiante y un trabajo que le pagaba lo mismo que antes.

Varios años después, intentó otra vez en el Community College of Aurora. Esta vez, sí consiguió un trabajo con mejor sueldo. Pero para graduarse, tuvo que ver cómo se las arreglaba para negociar horarios inconvenientes y superar las barreras que desvían a muchos estudiantes trabajadores.

La saga de Victoria Browning es igual a la de muchos otros estudiantes mayores en Colorado.

En Colorado no es fácil encontrar capacitación, las universidades no brindan apoyo adecuado para los estudiantes con trabajo y familias, y los programas diseñados para estudiantes mayores son bien limitados. Como resultado, una gran cantidad de residentes del estado no tiene acceso a trabajos con buen sueldo para mantener a sus familias, y los empleadores no consiguen trabajadores con las destrezas necesarias para puestos especializados.

Tres cuartas partes de todos los trabajos en Colorado requieren haber estudiado más que la secundaria o preparatoria. Pero solo aproximadamente la mitad de los adultos del estado tienen los estudios necesarios.

El plan maestro del estado desea mejorar esa situación equipando a un 66% de los residentes con un diploma o certificado universitario para el año 2025, pero no explica exactamente cómo financiarlo. De hecho, Colorado no lleva registros de cuánto gasta en capacitación profesional en las universidades.

Los líderes escolares dicen que no hay suficiente dinero para cumplir las metas del estado.

Sin un esfuerzo organizado por educar a la población mayor, el estado no podrá satisfacer las exigencias de los empleadores. Y ahora que el estado está enfocando la mayoría de sus iniciativas de capacitación en el trabajo en los estudiantes de preparatoria, los adultos (y especialmente los de pocos ingresos) tendrán que por sí mismos buscar una solución.

Suficientes opciones para los estudiantes mayores. Pocos recursos para encontrarlas.

Demasiados residentes de Colorado pueden identificarse con la experiencia de Browning.

Cuando ella asistía al Concorde Career College, no sabía de las muchas opciones menos costosas en las universidades públicas del estado. La universidad privada que seleccionó fue la primera que apareció en una búsqueda de Google, estaba cerca de su casa, y su proceso de matrícula en el programa de asistente médico era fácil.

A pesar de haberse graduado con calificaciones de A en sus clases, Browning no aprobó el examen para obtener su licencia. No se sentía preparada. Como necesitaba trabajar, aceptó un empleo de laboratorio en el que nuevamente se ganaba $14 la hora. También se dio cuenta que aunque volviera a tomar y aprobar el examen, eso no le abriría muchas puertas.

“Empecé a analizar los números, y para los asistentes médicos no hay oportunidad de crecimiento profesional”, dijo.

Ahora a sus 33 años ella dice que todavía tiene una deuda de unos $15,000 por ese diploma.

Aunque los colegios comunitarios (conocidos como “community colleges”) son menos costosos que las escuelas privadas como la seleccionada por Browning, las universidades públicas tienen menos recursos para darse publicidad.

El estado enfoca la mayoría de sus esfuerzos en atraer a los estudiantes de preparatoria, dijo Joe Garcia, el Rector del Colorado Community College System.

Por lo tanto, cuando una persona mayor busca opciones de universidad es posible que no encuentre mucha información.

“Necesitamos enfocarnos más en la persona adulta que trabaja. Creo que en eso somos mejores que las universidades grandes que tienen programas de cuatro años”, dijo Garcia, “pero no lo estamos haciendo suficientemente bien”.

Encontrar una universidad no es algo intuitivo, dicen los líderes universitarios. También es posible que muchas personas no saben qué tienen que hacer para matricularse y graduarse.

Dana Davis, que antes era consejera de preparatoria y ahora ayuda a los estudiantes en el Community College of Aurora, dijo que mucha gente piensa que los estudiantes mayores saben muy bien lo que hay que hacer. Después de todo, ya tienen años de experiencia navegando situaciones de la vida.

“Creo que uno de los factores mayores por los que no tenemos muchos recursos es que simplemente dejamos que los adultos hagan lo suyo. Decimos, ‘Tú eres estudiante, tú eres un adulto’ y con eso ya pensamos que ellos saben lo que están haciendo”, dijo Davis. “Pero la realidad es que muchos no saben, y particularmente muchos de los que son estudiantes de primera generación.”

Más educación significa más oportunidad para los estudiantes mayores

Cuando Browning se matriculó en el Community College of Aurora, estaba buscando una educación que la ayudara a salir de la pobreza.

Había observado cómo sus padres inmigrantes luchaban para mantener a la familia mientras trabajaban en empleos de sueldo mínimo. Ella sabía que si obtenía más capacitación, ganaría más dinero. Por lo tanto estaba determinada a graduarse sin que importaran los obstáculos.

“Tenía hijos”, dijo Browning. “No tenía otra opción. Yo no me podía dar el lujo de decir ‘no puedo’. O sea, ¿qué voy a hacer? ¿Me voy a quedar sin hogar o voy a estar recibiendo asistencia del gobierno para siempre?”

La segunda vez que se graduó, consiguió un empleo en el campo de la salud en el University of Colorado Anschutz Medical Campus. El trabajo inicialmente pagaba 25 centavos por hora menos de lo que estaba recibiendo antes. Sin embargo, ahí tenía oportunidad de aprender más.

Desde entonces, ha recibido promociones múltiples veces y ahora gana el doble de salario por hora.

La experiencia de Browning ilustra lo que las cifras nacionales muestran: Los ingresos semanales aumentan cuando aumenta la educación. La probabilidad de quedarse desempleado también se reduce.

A medida que Colorado y el resto del país empiezan a recuperarse de la recesión por la pandemia de coronavirus, muchos adultos necesitan capacitación. Aproximadamente un 95% de los empleos creados cuando el país se recuperó de la Gran Recesión fueron para trabajadores que tenían como mínimo algunos estudios universitarios.

Los funcionarios quieren mejorar la capacitación profesional para que su éxito no dependa tanto de la resistencia de los estudiantes.

Conectar a más adultos trabajadores con mejor capacitación podría beneficiar a muchas familias en Colorado, dijo Michael Macklin, Vicerrector Asociado de Asuntos Académicos y Desarrollo de la Fuerza Laboral del Community College System.

Esto es particularmente cierto para los adultos que están ganando el salario mínimo o que perdieron su empleo recientemente.

“Para mí, la capacitación profesional realmente se trata de intentar que la gente se gane un salario con el que puedan vivir bien, no solamente para cubrir las necesidades más básicas,” dijo Macklin, “sino que puedan mantener a su familia cómodamente.”

Servir a los adultos de Colorado ‘no es un esfuerzo compartido por todas las universidades’

La mayoría de los fondos para capacitación profesional de Colorado provienen del gobierno federal. El estado también envía dinero directamente a las universidades para que sea usado en programas de capacitación profesional.

Los legisladores han prometido apoyo pero no han respaldado esa promesa con una inversión significativa, dijo Fiona Lytle, la funcionaria de enlace del Community College System con el cuerpo legislativo.

“El buen deseo existe, pero a fin de cuentas, no hay acción,” dijo Lytle.

El estado recibió $19 millones del Tío Sam el año pasado para capacitación laboral, la mayor cifra que ha visto en cinco años. Aproximadamente un 60% va a las universidades comunitarias, y los fondos nuevos de lo que se conoce como Perkins grants presenta una oportunidad para aumentar la capacitación profesional de los trabajadores adultos.

Ese aumento en fondos federales debe apoyar los empleos listos para crecimiento y podría crear programas para aprendiz, dijo Sarah Heath, directora de educación profesional y técnica del Colorado Community College System. Eso puede incluir empleos en tecnología de información y atención médica.

Además, las universidades deberán fortalecer sus colaboraciones con las empresas.

“Creo que uno de los factores mayores por los que no tenemos muchos recursos es que simplemente dejamos que los adultos hagan lo suyo. Decimos, ‘Tú eres estudiante, tú eres un adulto’ y con eso ya pensamos que ellos saben lo que están haciendo”, dijo Davis. “Pero la realidad es que muchos no saben, y particularmente muchos de los que son estudiantes de primera generación.”

Pero en un estado en el que los fondos para educación postsecundaria entre los más bajos del país, los presupuestos de operación de los colegios comunitarios no pueden fácilmente crear programas ni atraer estudiantes a matricularse. Muchas instituciones buscan otros grants, en su mayoría del gobierno federal.

De hecho, Browning se benefició de uno de esos grants. Este último año, ella decidió regresar al Community College of Aurora. La universidad le había avisado sobre una oportunidad para mejorar sus destrezas laborales.

Se unió a un programa de apoyo que ofrecía recursos para ayudar a los estudiantes que trabajan, como ella: vales para gasolina, pases de autobús y guardería.

“En esta ocasión yo no necesitaba nada de eso,” dijo Browning. Pero indica que “definitivamente” hubiese usado esos beneficios del programa la primera vez que asistio al colegio comunitario.

Jessica Cassarino, quien tuvo a su cargo la iniciativa Strengthening Working Families en el colegio comunitario de Aurora, dijo que esas instituciones solamente les han brindado apoyo directo esporádico a los estudiantes.

Este programa, creado con un grant del Departamento del Trabajo de EEUU, les ha ofrecido subvenciones que ayudan con la guardería de los hijos, consejería universitaria y apoyo profesional a casi 700 estudiantes en los campus de Aurora y Denver, entre ellos a Browning. En su último año, el programa graduó a más de un 93% de sus participantes.

Pero como muchas iniciativas, dependía de un grant a corto plazo. A pesar de su historial de éxito, el programa se terminó.

Mientras buscan otras fuentes de financiamiento, los funcionarios universitarios sienten que los servicios para adultos que trabajan todavía se pasan por alto, dijo Cassarino.

“Ciertamente no se siente que el esfuerzo sea compartido por todas las universidades, no se compara con la manera en que se unen para atraer a estudiantes de preparatoria,” dijo ella.

La capacitación para estudiantes mayores es esencial para la economía

Los defensores dicen que Colorado podría hacer más.

Muchos campus universitarios de Colorado no tienen programas flexibles ni asesoría para carrera profesional, dijo Jane Oates, presidenta del grupo WorkingNation. Esta entidad sin fines de lucro trabaja para luchar contra el desempleo y crear soluciones para una economía cambiante.

“Muchos todavía están dando clases los martes y jueves de 2 a 4 de la tarde,” dijo Oates. “No hay manera de que eso funcione para el estilo de vida de un adulto.”

De todos modos, Colorado ha tenido algunos avances en capacitación profesional.

El estado ha introducido capacitación laboral en las escuelas secundarias y preparatorias, estudiado el flujo de talentos a la fuerza laboral, e identificado las áreas clave en que hay crecimiento laboral, como por ejemplo la tecnología digital. El estudio de talentos en la fuerza laboral ha resultado en la creación de programas de aprendiz para proveedores de cuidado de niños (guarderías).

Otros estados son ejemplo de cómo motivar a las personas a buscar capacitación.

El estado de Washington, por ejemplo, ha sido pionero en el establecimiento de cuentas de ahorro con ventajas fiscales en las que los empleadores pueden depositar dinero y pueden ayudar a pagar por la educación, la capacitación y los gastos cotidianos de sus trabajadores, lo cual incluye cuidado de los hijos (guardería), libros y cargos de admisión.

Las cuentas de ahorro también permiten que los adultos que ya están en la fuerza laboral tengan acceso a capacitación siempre que la necesiten, dijo Oates. Esto es crítico, ya que los empleadores requieren que sus empleados puedan recibir capacitación sin interrupciones según van cambiando los empleos y la tecnología.

Los que abogan por capacitación dicen que a medida que la demanda de trabajadores diestros aumente en varios sectores, el estado necesita expandir bastante las oportunidades de capacitación.

Como se anticipa que la cifra de graduados de preparatoria en Colorado baje después del 2026, los colegios comunitarios tendrán más asientos que llenar y el estado batallará aún más para satisfacer la demanda de una fuerza laboral diestra.

Se anticipa que el sector de la salud por sí solo muestre un crecimiento laboral significante, alimentado simplemente por factores demográficos. Según los datos del estado, para el 2030 se espera que el número de residentes con 65 años o más se duplique a 1.3 millones, convirtiéndose en un 20% de la población proyectada de Colorado.

Los programas en todo el estado no están produciendo la fuerza laboral capacitada para satisfacer la demanda, dijo Abbey Clothier, Centura Health gerente de colaboraciones de talento. Eso es particularmente el caso en Denver y en las áreas rurales del estado.

“Creo que sería cada vez más difícil asegurar que tengamos el personal adecuado para atender a los pacientes de nuestras comunidades en crecimiento,” dijo Clothier.

Browning sabe que un grupo de adultos trabajadores de Colorado que quiera oportunidades podría llenar las vacantes de las industrias que están creciendo en todo el estado.

Pero para muchos adultos, han pasado años desde que fueron a la escuela, dijo Browning. Para ellos podría parecer un lugar extraño, y dijo Browning que necesitan una guía. Los programas que se enfocan en los estudiantes mayores ayudan a crear una ruta hacia el éxito, dijo ella.

“Hay tanta gente que está batallando, que recién se mudó aquí o que nunca tuvo acceso a oportunidades,” dijo ella. “Nunca tuvieron ese apoyo. Y lo necesitan.”

Este es el primero de una serie de dos artículos producidos como parte del Higher Education Media Fellowship at the Institute for Citizens & Scholars. Esta organización apoya los artículos de prensa nuevos sobre asuntos relacionados con la educación postsecundaria y técnica.

Milly Suazo ha traducido este reportaje.

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